Aterrizando sueños. Llanero Solitario.

 

Bety Camiade. Si eres corredor, me dirás que te gusta llevar a cabo esta actividad, haciéndote acompañar de amistades, al menos a la mayoría de las personas les agrada. Y es que resulta muy ameno compartir la charla durante cada sesión, infinidad de lazos se van desarrollando: Camaradería, diversión, aliento cuando sientes que quizá solo no lo logras y con los demás te obligas, entre otras ventajas más.

Todas estas cualidades, al practicar tu deporte con un grupo, resultan bastante motivadoras. Me encanta la idea y soy partidaria, aunque déjame recomendarte algo: De vez en cuando debes aprender a correr o a practicar tu deporte o actividad física completamente “solo”. ¿Crees que sueno antisocial? O ¿que sería tanto comportarse como un ermitaño? Te respondo que no es así y que debes darte esta oportunidad, te aseguro que obtendrás bastantes beneficios.

Normalmente cuando vas en grupo, tiendes a distraerte y no poner atención en las técnicas adecuadas, tanto de tu postura como del desarrollo de la actividad en sí (aunque no siempre, a veces las actividades grupales te obligan a compararte y tratar de superar a los demás y así mejorar), a veces hasta de los energéticos que utilizas, pierdes noción de qué te dio mejor resultado y todo por distracción.

Pero a lo que yo me refiero va mucho más allá. Si quieres verdaderamente desarrollar un dominio de tu cuerpo y mente dentro de tu deporte, así como aprender a escucharlos (ya que ellos constantemente te piden a gritos que los escuches) y generalmente con el bullicio y entusiasmo, no les pones atención, hasta que alguna parte de tu cuerpo comienza a doler o cuando alguno de los retos que te propusiste, quedó lejos de tus planes, ahí entonces es cuando experimentas frustración y te preguntas el ¿por qué?

Tarde o temprano, o quizás nunca reconozcas por tí mismo la solución, pero podrías aventajar y saber reconocer, poniendo más atención al llevar a cabo el entrenamiento tu solo de vez en cuando y no me refiero a que dejes las instrucciones de tu coach, si es que es el caso, al contrario, pon más atención en lo que él te pide al ejecutar ese plan de entrenamiento de una manera concienzuda y meditada contigo mismo, integra a tu ser lo que te fortalece ¡identifícalo! Y te diría que hasta lleves una bitácora de registro de todo eso que vas aprendiendo de tí mismo y de tus entrenamientos, a mí me ha resultado bastante bien.

Cuando corres solo es una especie de meditación, te he dicho que la mente se expande y hay una conciencia de lo que se hace, muy profunda (claro si es que pones atención y te das oportunidad). Se necesita GUARDAR SILENCIO más de lo que creemos en nuestra vida para tomar conciencia y razón de lo óptimo para nosotros, en todos los aspectos, no solo para tu deporte.

Para conocernos a nosotros mismos y saber quiénes somos, necesitamos SILENCIO DE VEZ EN CUANDO, para hacer una introspección. Ese silencio te conecta contigo mismo y te lleva a desarrollar una buena técnica en tu carrera, escuchar a tu respiración y tus latidos y a lo que dice tú mente, comienzas a conocerte y puedes darte cuenta qué es lo que te funciona mejor, principalmente a tí, no a tus compañeros de actividad física, no siempre todo es bueno para todos, así aprendes a distinguir lo que va mejor contigo.

Hasta desarrollas la resistencia estando solo, no darte por vencido a pesar de que nadie te eche porras o te jale. Tus entrenamientos se aprovechan al máximo, pues lo haces también de una manera mental consciente donde confirmas cada trabajo, cada técnica y queda registrado, casi diría, en tu ADN.

Si eres un corredor al que le gusta hacer trail, salir a correr al campo, a la montaña o hasta carreras extremas de ultradistancia, ni se diga, debes aprender a desarrollar el estar solo, para saber tomar las mejores decisiones, ya que hasta de ellas depende tu vida, y cuando te conoces a tí mismo es una gran seguridad que se desarrolla para afrontar este tipo de retos donde la adversidad se presenta a menudo.

De vez en cuando vale la pena convertirse en todo un LLANERO SOLITARIO, que se siente seguro transitando sin miedo porque se conoce a sí mismo y sabe de lo que es capaz, de lo que le funciona, de todo su aprendizaje y de todas las herramientas de las que puede echar mano.

contacto@betycamiade.com

 

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