Estados Unidos (Xinhua) – La selección chilena de fútbol revalidó el título de campeona de América al ganar en la tanda de penales (4-2) a Argentina luego de empatar a cero en los 120 minutos de partido, repitiendo exactamente la final del año pasado en Chile, que terminó con el mismo desenlace.

Dos errores de Leo Messi y Lucas Biglia en la tanda de penales le dieron la victoria a Chile, con Francisco “Gato” Silva convirtiendo el lanzamiento decisivo que convierte a “La Roja” sudamericana en el campeón de la Copa América Centenario y alarga la maldición de Argentina, que perdió su tercera final seguida en tres años luego de tres empates a cero al finalizar los 90 minutos.

Los dos mejores equipos del fútbol sudamericano mostraron una gran igualdad a lo largo de los 120 minutos, por lo que fue la fatídica tanda desde los once metros la que dictó sentencia nuevamente.

La primera mitad estuvo marcada por el temor de ambos equipos a encajar un gol y por la dureza empleada sobre el césped.

Argentina se vio favorecida por la presencia de Angel Di María en el once, tras haber sido baja en los últimos partidos por lesión.

Con el “Fideo” en el campo, Messi tuvo más libertad para organizar el juego de la albiceleste, si bien el seleccionador chileno, Juan Antonio Pizzi, dispuso de una línea de contención en el centro del campo con cuatro hombres que acabó siendo una segunda zaga, cerrando muy bien los espacios y dejando que Argentina sólo se aproximara a pelota parada o tras errores individuales.

Fue precisamente en un grave error de Gary Medel que Gonzalo Higuaín tuvo la mejor ocasión en la primera mitad, en el minuto 20. El zaguero chileno erró de forma clamorosa un control en el eje de la defensa y el “Pipita”, muy atento, se hizo con la pelota para plantarse delante de Claudio Bravo, aunque como ya hizo en la final del Mundial de Brasil 2014 y en la de la Copa América del año pasado, la desperdició intentando superar el arquero con un ligero toque que se fue fuera rozando el palo.

Poco después, el partido empezó a calentarse cuando el árbitro expulsó injustamente a Marcelo Díaz por una falta sobre Messi, en la línea de tres cuartos del ataque albiceleste. El chileno, que había sido amonestado anteriormente por otra falta sobre el mejor jugador del mundo, vio la segunda amarilla y se fue a las duchas antes de cumplir la media hora.

Argentina no supo aprovechar la superioridad numérica y cayó en la trampa chilena de ralentizar el ritmo de juego y endurecer el partido. El árbitro, el brasileño Héber Lopes, se vio desbordado por la situación y terminó expulsando antes del descanso a Marcos Rojo por una falta sobre Arturo Vidal, que ni de lejos era tarjeta roja.

La segunda mitad siguió la tónica de los primeros 45 minutos, con Argentina buscando siempre a Messi para que el capitán de la albiceleste resolviera con una jugada individual o con una asistencia, aunque el fuerte marcaje al que fue sometido apenas le dio espacios para lucirse.

Gerado Martino dio entrada a Matías Kranevitter y a Sergio Agüero buscando más movilidad, sin que los cambios surgieran demasiado efecto.

Sólo en el tramo final aparecieron las ocasiones de gol. Primero fue Eduardo Vargas, con una carrera por la derecha en el minuto 80 que terminó con un rechace de Sergio Romero con ciertos apuros. La respuesta la dio Agüero, con un tiro que salió alto cuando estaba sólo dentro del área.

En la prórroga, los dos equipos pudieron lograr el gol con dos cabezazos que obligaron a los dos porteros a lucirse. Primero fue Vargas, quien remató un centro desde la izquierda de Edson Puch, aunque Romero, con una gran estirada, logró atajar la pelota.

En la jugada siguiente, una falta servida por Messi la remató Agüero de cabeza, cogiendo a Bravo por sorpresa, pero reaccionó de forma providencial desviando el balón al larguero y posteriormente a tiro de esquina.

El cansancio hizo mella en la segunda mitad de la prórroga, en la que Argentina intentó encerrar a su rival, que continuó haciendo un muro de su defensa. Pizzi cambió a sus delanteros, Alexis Sánchez y Eduardo Vargas, ambos exhaustos, buscando más contención en el centro, con el “Gato” Silva, y sorprender en velocidad en ataque con Nicolás Castillo, aunque sin demasiado éxito.

La tanda de penales empezó con los errores de las figuras de cada equipo, Arturo Vidal y Leo Messi. Posteriormente, Lucas Biglia falló también su lanzamiento y el “Gato” Silva convirtió el suyo para darle la segunda Copa América consecutiva a Chile y alargar la maldición de Argentina, que lleva ya 23 años sin levantar un título y deberá esperar ahora al Mundial de Rusia 2018 para ver si Leo Messi y compañía logran finalmente ganar un trofeo con la albiceleste.