La Habana (Xinhua) – El gobierno colombiano y la guerrilla de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) suscribieron este jueves La Habana, Cuba, un histórico acuerdo para el cese definitivo al fuego bilateral, el cual pone fin a más de medio siglo de conflicto armado.

La ceremonia de rúbrica del documento se efectuó en el Salón de Protocolo de El Laguito, de la capital cubana, y estuvo encabezada por el presidente de Colombia, Juan Manuel Santos, y por el máximo líder de las FARC, “Timoleón Jiménez” o “Timochenko”.

El jefe negociador del gobierno, el ex vicepresidente colombiano Humberto de la Calle, y el representante de las FARC, Iván Márquez, rubricaron el Acuerdo sobre Fin del Conflicto.

También asistieron el mandatario de Cuba, Raúl Castro, y el canciller de Noruega, Borge Brende -países garantes de las negociaciones-, así como los jefes de Estado de Chile y Venezuela, Michelle Bachelet y Nicolás Maduro, respectivamente, en representación de las naciones acompañantes.

El secretario general de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), Ban Ki-Moon, el titular de la Asamblea General del organismo internacional, el danés Mogens Lykketoft, y el presidente del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas, el francés Francois Delattre, presenciaron también la firma del acuerdo.

Las autoridades colombianas y las FARC acordaron los pasos a seguir para el cese definitivo de las hostilidades y el desarme de los efectivos que conforman este grupo insurgente.

El documento establece, además, las garantías de seguridad para los guerrilleros que depongan las armas, y la lucha contra las organizaciones criminales responsables de homicidios y masacres que atentan contra defensores de los derechos humanos y movimientos sociales o políticos.

En la ceremonia estuvieron presentes como invitados el mandatario de República Dominicana, Danilo Medina, en calidad de presidente de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (Celac), el jefe de Estado salvadoreño, Salvador Sánchez Cerén, y su homólogo de México, Enrique Peña Nieto.

De igual forma asistieron a la firma del documento los enviados especiales para el proceso de paz de Estados Unidos y la Unión Europea, Bernie Aronson y Eamon Gilmore, respectivamente.

La firma del tratado de alto al fuego bilateral y definitivo constituye un importante avance hacia la ulterior rúbrica de un acuerdo definitivo de paz.

En septiembre pasado, Santos y Timochenko -cuyo verdadero nombre es Rodrigo Londoño Echeverri- coincidieron en La Habana y se dieron un histórico apretón de manos tras anunciar que la firma de la paz colombiana sería a más tardar el 23 de marzo de 2016, pero la complejidad de los debates obligó a posponer la fecha.

Los diálogos de paz entre el gobierno colombiano y las FARC en La Habana comenzaron el 19 de noviembre de 2012, con sede permanente en el Palacio de Convenciones de la capital cubana.

Este constituyó el cuarto intento de pláticas entre las partes con vistas a poner fin a un conflicto que comenzó en 1964 y que ha dejado 220.000 muertos, 45.000 desaparecidos y casi siete millones de desplazados internos, según cifras del Centro de Memoria Histórica de Colombia.

En estos más de tres años de negociaciones hubo momentos en que el proceso de paz se tambaleó, pero la voluntad política de las partes en conflicto, junto al apoyo de los cuatro países garantes y acompañantes, posibilitó la continuidad de la mesa de diálogo.

Durante las conversaciones se concertaron asuntos referidos al problema agrario -origen del conflicto-, cultivos ilegales y narcotráfico, reparación de las víctimas y participación en política de los rebeldes una vez que depongan las armas.

Aún falta por conciliar posiciones en torno al mecanismo de implementación, verificación y refrendación de un eventual tratado definitivo de paz.