EL LADO BRUSCO

Fabricio Brusco

El futbol mexicano se revolucionó por algo que en realidad, poco tiene que ver con el futbol y es que el pasado martes, el entrenador de Cruz Azul, Pedro Caixinha, dijo en conferencia de prensa que el jugador de Tijuana, Leonel Miranda, había sido suspendido por el club fronterizo por “andar de parranda”.

Es sorprendente que el director técnico de un equipo, hable directamente de un problema del equipo rival, una situación que en realidad no le corresponde. Lógicamente estas declaraciones causaron mucho malestar en Xolos, por lo que desde el equipo del Norte, además de desmentir al director técnico de Cruz Azul, presentaron pruebas en la comisión disciplinaria para que el entrenador portugués sea castigado.

Antes del partido que enfrentó a Cruz Azul con Xolos, el equipo de la capital mexicana emitió un comunicado donde explicaban que Caixinha hizo esas declaraciones, basándose en un rumor y que nunca fue su intención desestabilizar a su futuro rival. La realidad es que toda esta situación confusa que creó intencionalmente el entrenador portugués, es una verdadera vergüenza y algo en lo que la Liga MX debería tomar medidas. ¿Qué hace un entrenador difamado públicamente a un jugador del equipo rival?

Para colmo, el mismo Caixinha se había quejado y atacado a los medios de comunicación hace unos meses por generar fake news y ahora, tan solo unos meses después, él es el que terminó generando una en conferencia de prensa. Seguramente el director técnico de “La Máquina” va a ser sancionado por la Liga MX, pero también sería prudente que Cruz Azul le llame la atención y sancione a su DT, al que ya desde hace unos meses atrás parece que se lo comió el personaje.

El debate o la interrogante que tiene que nacer a partir de este episodio es ¿cuáles son los límites en el fútbol? porque quedó claro que Caixinha rebasó un límite ético, pero no es el único que lo ha hecho y no es la única manera de hacerlo.

En la Liga MX vemos constantemente como Gignac le falta el respeto a los árbitros sin que pase nada o cómo ellos mismos le hablan a los jugadores como quieren. Creo que es tiempo de que todos los actores del fútbol (incluida la prensa) hagan una revisión de sus actos y vean como estos pueden repercutir tanto fuera como dentro del campo de juego, ya que muchas veces, dichas acciones terminan generando problemas que no deberían existir.

@bruscofabricio