Del apostolado a la profesionalización educativa.

EL DESPERTADOR AMERICANO. Moisés Mora Cortés. Al igual que el periodismo, la educación es también un oficio y una profesión que desafortunadamente los mexicanos hemos menospreciado y vilipendiado al extremo de colocar a nuestro país en los más bajos niveles de competencia internacional, hipotecando su progreso, desarrollo y evolución contemporáneos, por privilegiar a las redes clientelares de corrupción política.

Eso explica en gran medida, los peores niveles de audiencia mediática en los medios tradicionales que actualmente enfrentamos, al igual que en la credibilidad de los comunicadores y la alta percepción de corrupción y complicidad de los medios con los poderes públicos y fácticos, como también ocurre con sectores educativos rezagados en tecnologías y sistemas didácticos, simulando cumplir con sus obligaciones y transformados en instancias para el ejercicio del poder político e ideológico, más que a la enseñanza y autogestión del conocimiento, la criticidad del entorno y el ejercicio del libre pensamiento.

Como de la misma forma ocurre con las profesiones y oficios del policía y el médico, en la educación se privilegian los amiguismos y compadrazgos, donde ordinariamente se quedan las promociones y estímulos académicos; se premian las complicidades y los silencios, al tiempo de simular competencias y preparaciones, en posgrados “patito” que más parecen becas turístico-culturales.

Por ello advertimos jóvenes doctores (de posgrado científico) que no saben leer o escribir, además de nula sensibilidad y humanismo, académicos que enseñan materias que jamás en su vida han ejercido, investigadores que navegan en la abstracción filosófica, cuyas “producciones” solamente ellos entienden y sirven para multiplicar su egoteca, abonando a la extrema pobreza en patentes y respuestas tecnológicas a las necesidades de México.

Urge invertir más en ciencia y tecnología, además de evolucionar del sacrificado apostolado a la profesionalización educativa sustentable, en donde los ejemplares profesores que literalmente pagan por enseñar y lo hacen porque es su convicción compartir a los demás su experiencia y talento, sean eficientemente estimulados con mejores salarios y prestaciones, además de becas e intercambios en el extranjero, desterrando a los privilegiados advenedizos que ocupan las principales plazas laborales en contraprestación a lealtades personales y políticas, más que a sus aportaciones al alumnado, al gremio y a la sociedad en general.   @moisesmorac

 

0 Comments

Leave a Comment

Login

Welcome! Login in to your account

Remember me Lost your password?

Don't have account. Register

Lost Password

Register