Israel Quiñones
@israleQDigital

Es impresionante como se han venido dando los acontecimientos en nuestro país y con ello, la dramática evolución de las condiciones inesperadas que se han planteado por parte del gobierno federal, en el que su estrella naciente o cuando menos la que Peña desearía que fuera, el señor Nuño, ha caído con fuerza y hasta cierto punto empujado por su compañero de gabinete Osorio Chong.

La semana pasada fue una jornada negra para el estado de Oaxaca, asunto que no es para menos y que en cierta forma reencauso los modos de protesta y apoyo a la CNTE, que al no contar con su líder Rubén Núñez, se veía algo desconcertada, sin embargo, el apoyo se ha incrementado, al punto de que la jornada de este domingo a nivel nacional, pero sobre todo en la Ciudad de México, demuestran el músculo de la Coordinadora, pero sobre todo, la fuerza con la que cuenta López Obrador, que por cierto, no lo dejaron llegar al Zócalo y se quedó en medio de avenida Reforma.

También se contó con la movilización por parte de los familiares de los 43 normalistas desaparecidos de Ayotzinapa, ya que por ser 26 de junio se contabiliza un mes más sin tener claro cuál ha sido el destino de los jóvenes que se llevó la policía de Iguala y Cocula, la noche del 26 y madrugada del 27 de septiembre.

Las demandas realizadas por ambas manifestaciones van prácticamente a lo mismo, van por la libertad de los que se cree son presos políticos y la realidad no está muy alejada de eso. Además de que López Obrador fue más allá y solicitó ante los miles de militantes de su partido, la destitución de Nuño y Osorio, culpando directamente a este último de la muerte y masacre de Nochixtlán, Oaxaca.

Por su lado, los familiares de los normalistas también lograron convocar a miles de ciudadanos que les demostraron su apoyo y caminaron junto con ellos, del llamado anti-monumento de los 43 en Reforma y Juárez, hasta la sede de la PGR ubicada también en la avenida Reforma, ya que con la política del jefe de gobierno de la Ciudad de México, copar el Zócalo con eventos de distinto tipo y con ello evitar la llegada de manifestantes al corazón del país, además de los numerosos contingentes policiacos que evitan el cruce a la Alameda en la glorieta “Del Caballito”.

Lo que sí es notable, es el descontento generalizado que el pueblo mexicano muestra sin pudor a las instituciones gubernamentales, mismas en las que sus titulares, especialmente Nuño y Chong, intentan permanecer firme e impávidos ante la realidad avasallante de los miles y miles de ciudadanos que tomaron las calles en todo el país y recalco; especialmente en la capital.

Un aspecto que valdría la pena comentar y hacer de tú conocimiento lectora, lector querido, es que por el alargamiento del mitin de MORENA, la marcha encabezada por padres de los normalistas desaparecidos tuvieron que esperar más de 2 horas en pleno Reforma, esto sin que bajara el ánimo de quienes les acompañaban, sin embargo, los congestionamientos de protestas demuestran el rechazo imponente en contra de las políticas encabezadas por el gobierno peñista.

Todo lo anterior marca un panorama incierto, cosa que ha obligado al secretario de gobernación a tomar la batuta y en esta parte es en la que vale la pena realizar una reflexión, ya que Nuño al negarse a recibir al magisterio disidente y después de la férrea represión en Oaxaca en la que se suman 10 muertos bajo los rifles de la Policía Federal, Chongo accede al diálogo, algo mediático, pero accedió y es más, él lo ofreció, dejando ver a Nuño como el represor y por ello el “delfín” de Peña queda prácticamente fuera de la contienda por la candidatura a la presidencia en el 2018 por el PRI.

Sin contar la salida de Beltrones de la dirigencia priista, es muy obvio que Chong vuelve a quedar como el candidato más claro del revolucionario institucional y con ello, entenderíamos con más claridad las acusaciones realizadas por López Obrador en contra del titular de gobernación en el templete que se colocó en Reforma y bloqueó por más de dos horas el avance de la manifestación a favor de los normalistas de Ayotzinapa.

A rio revuelto, ganancia de pescadores, dicen que dice el dicho y es muy notable el entendimiento que Osorio tiene de los refranes mexicanos.