El fanatismo ciego a la realidad

Israel Quiñones
@IsraelQDigital

México está en medio de una de las peores crisis sociales de las que se pueda tener memoria. Entre un gobierno desarticulado y un pueblo relegado a su propia suerte, los vacíos de poder no existen y cuando esto ocurre, siempre hay alguien dispuesto a llenarlos o en su defecto a ocuparlos.

Mientras que la economía, la credibilidad gubernamental y los derechos humanos van  en claro declive, la idea de amenaza dentro de la iglesia católica y los grupos de ultra derecha es el matrimonio igualitario, mientras hay miles de personas muriendo de hambre, miles de desaparecidos, la principal preocupación de la cúpula religiosa es que personas del mismo sexo contraigan nupcias de la misma manera que una pareja heterosexual.

Es importante rememorar el conflicto religioso nacional por excelencia, aquel que tuvo lugar en el occidente del país entre 1917 y 1921, estoy hablando de la cristiada. Muchos aspectos tuvieron influencia en este movimiento armado religioso, a modo de una “Yihad” que tanto critica el mundo occidental. Sin embargo, en nuestro país, la lucha por el control entre el clero y el estado ha sido clara y frontal.

Hoy nos volvemos a encontrar ante una confrontación política entre un clero que se niega a perder su influencia en los temas del estado laico y que la manera de hacerlo más latente, es mostrar el músculo en la calles del país convocando a una marcha en contra de los matrimonios igualitarios.

Valdría la pena observar de cerca este fenómeno que deviene en tres aspectos fundamentales o “fundamentalistas”: social, político y cultural. El clero ha sacado el colmillo a relucir y la manera más clara de mostrarlo ha sido la confrontación política que mueve por medio de grupos de extrema derecha, en los que jóvenes son mandados al frente como carne de cañón, esto sin el menor recato.

No se trata de debatir el acuerdo o desacuerdo, la aceptación o la aberración que hay en cuanto a los matrimonios entre personas del mismo sexo, porque si así lo fuera, el clero está cayendo en un claro acto de discriminación, sin embargo es necesario apuntar la mirada hacia el aspecto político y de control que pretenden los obispos y cardenales católicos en nuestro país.

Ante un gobierno debilitado y que sacó de sus filas al “hombre fuerte” del gabinete, la embestida mediática, política y social ha tomado el frente de la religiosidad, abanderada por la lucha de los buenos valores cristianos, que si así fuese, el clero ya hubiera salido a protestar así por los desaparecidos, periodistas asesinados, estados desfalcados y no por una propuesta política e ideológica con la que sus dirigentes no concuerdan, ni aceptan.

Es notablemente peligroso que se le de más importancia a una situación que depende de la elección personal y el libre albedrio, que a un hecho que afecte los intereses públicos, sin embargo, ante un estado debilitado por su mismo gobierno, esto demuestra que cualquiera puede refutar la ley o aprobación legal que no le parezca y se vislumbra al alcance cualquier situación que haga retractarse a la autoridad en cualquier decisión, es decir, el gobierno no tiene fuerza, credibilidad y mucho menos respeto de la sociedad.

El desmoronamientos del estado mexicano es más que palpable ante los ojos  del más obtuso, pero por otro lado el debilitamiento del mismo da para crear movimientos que refuercen la entrada política de grupos radicales a las instancias de influencia y poder de este país, a lo que el clero parece aspirar, ya que de está manera podrá imponer su visión en diferentes ámbitos del acontecer nacional, sin importarle lo que realmente está afectando a la sociedad mexicana, que va desde la falta de seguridad, económica, laboral y de salud.

¿No sería mejor salir a protestar por el recorte a la educación en el presupuesto 2017? ¿No sería mejor protestar de manera masiva por encontrar a los 43 normalistas de Ayotzinapa? Es mejor poner los pies en la tierra y asimilar que la sociedad mexicana está madurando, pésele a quien le pese, aunque con estas muestras retrogradas parezca lo contrario.

Es deber de cada cual decidir que quiere hacer con su vida, su elección de pareja o de su sexualidad. Es estúpido creer que el estado puede regular nuestras relaciones personales o elecciones de vida.

Hay una frase que me gustaría citar para concluir este espacio y viene de un hombre de la derecha liberal mexicana, que en cierta forma resume lo aquí expuesto para ti querida, querido lector: “México crecerá contigo, sin ti o a pesar de ti” Manuel J. Cloutier.

 

0 Comments

Leave a Comment

Login

Welcome! Login in to your account

Remember me Lost your password?

Don't have account. Register

Lost Password

Register