La Habana  (Xinhua) Voceros de los equipos negociadores del gobierno de Colombia y de las FARC anunciaron este miércoles en La Habana que el jueves está prevista la firma de un acuerdo definitivo para el cese bilateral del fuego y las hostilidades.

En una declaración conjunta leída por el representante de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), Marco León Calarcá, ambas delegaciones explicaron que los acuerdos serán suscritos en Cuba por el presidente colombiano, Juan Manuel Santos, y el máximo líder de FARC, el líder máximo de las FARC, Rodrigo Londoño Echeverri (alias “Timochenko”).

El acuerdo contempla, además, las condiciones para “la dejación de las armas, las garantías de seguridad y la lucha contra las organizaciones criminales responsables de homicidios y masacres o que atentan contra defensores de derechos humanos, movimientos sociales o políticos”.

El documento también se refiere a los grupos “sucesores” del paramilitarismo y sus redes de apoyo, así como la persecución de las conductas que amenacen la implementación de los acuerdos y la construcción de la paz.

Como invitados especiales estarán presentes, el presidente de Cuba, Raúl Castro; de Venezuela, Nicolás Maduro; de Chile, Michelle Bachelet; el canciller de Noruega, Børge Brende; y el secretario general de Naciones Unidas (ONU), Ban Ki-Moon.

Se prevé igualmente la participación del secretario del Consejo de Seguridad de la ONU, François Delattre, y del actual presidente de la Asamblea General, Mogens Lykketoft.

Estará también presente el mandatario de República Dominicana, Danilo Medina, en su calidad de presidente pro témpore de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (CELAC), así como el mandatario de El Salvador, Salvador Sánchez Cerén.

Desde noviembre de 2012, las FARC y el gobierno de Colombia llevan adelante en La Habana, Cuba, un diálogo bilateral para poner fin al conflicto bélico que por más de medio siglo afecta al país sudamericano.

Hasta el momento, se han logrado acuerdos en los temas de reforma rural integral, participación política, combate contra el tráfico ilícito de drogas y víctimas.

Además de estos asuntos, resta definir el mecanismo mediante el cual el pueblo refrendará en las urnas todo lo concertado, así como los términos para la desmovilización y reincorporación a la vida civil de los guerrilleros, con garantías para su seguridad.

El presidente Santos manifestó la víspera sentirse “optimista” en relación con el desarrollo de dichas reuniones, que espera concluyan de manera satisfactoria antes del 20 de julio próximo.