BRÚJULA PÚBLICA. Rodolfo Aceves Jiménez

El sismo del pasado 19 de septiembre, 32 años después de los sucedidos en
1985, vinieron a traer nuevos planteamientos, en los campos político y social
de la seguridad. Por lo que toca al campo político, pese a que desde 1985 se
implementó la cultura de protección civil en nuestro país, el sismo de la
semana pasada demostró que ha sido insuficientes los esfuerzos de la
autoridad civil por tomar el control de la situación.
La política de comunicación social fue deficiente en controlar los contenidos
que exponían los medios de comunicación y la información que circuló en
redes sociales. Surgió el cuento de una niña atrapada llamada Frida, que vino a
enrarecer el ambiente.
Mientras naciones amigas ofrecían ayuda desinteresada, la embajada de Suiza
en México señalaba en redes sociales, que la Cancillería mexicana declinaba
un ofrecimiento de expertos suizos en construcciones, lo que trajo el
descontento y protesta. Con un cálculo sobre el monto de la reconstrucción,
vino el reclamo a los partidos políticos para que aporten sus recursos de las
campañas y no los que les sobran para este año, pero parece que prefieren
voltear a ver a otra parte.
Uno de los aciertos en la política de protección civil es, el entrenamiento y
participación de los binomios caninos de diversas dependencias, como Frida,
que se ganó el cariño de México. Queda pendiente el tema de la
reglamentación de construcción, que pudo haber sido corrompida con la
complicidad de autoridades, causando víctimas y destrucción.
En cuanto al campo social, la sociedad se ganó el respeto y consideración de
los actores políticos, al tomar la iniciativa para el rescate de personas y para
montar centros de acopio. En calles, parques y plazas públicas sobraban las
muestras de cariño y apoyo, entre los rescatistas y la ciudadanía para ayudar

en lo que fuera y junto a los brigadistas se emocionaron al rescatar con vida a
personas entre los escombros, y que jubilosos entonaban las notas del Himno
Nacional, logrando obtener algunas lágrimas.

@racevesj