Quitar el financiamiento público a partidos políticos

La democracia en México es una de las más caras del mundo, lo que no se ha reflejado en el
bienestar de la población y sólo privilegia el de la clase política.

Resulta indignante que, en un país con más de la mitad de sus habitantes sumidos en la pobreza, se
otorgue un financiamiento público anual multimillonario a los partidos políticos, procedente del
pago de nuestros impuestos.

Recursos que deberían de ser utilizados en infraestructura, en el sector salud y en programas
efectivos de combate a la pobreza.

El argumento es que “los partidos deben ser financiados por el pueblo para evitar el ingreso de
‘recursos oscuros’ y el establecimiento de compromisos y pago de favores a esos mecenas”. Sin
embargo, el financiamiento público a los partidos no ha sido impedimento para que eso suceda.

Hay miles de ejemplos conocidos por la opinión pública. Incluso, las multas que les aplican a los
partidos por cualquier irregularidad, lo terminan pagando con sus propias “ministraciones”, que
provienen del mismo dinero que reciben del presupuesto.

Los enormes montos que se destinan a los partidos, (este año se repartirán casi 4 mil millones de
pesos) han desatado la avaricia de diversos grupos que con el simple hecho de cumplir los
“requisitos de ley”, se convierten en ‘partidos políticos’, dándoles acceso automático a los fondos
públicos, un “negocio redondo” que no requiere mayor inversión.

Pongamos fin a ese saqueo  de las arcas nacionales y que los partidos sean mantenidos por quienes
alcanzan un puesto de elección bajo sus siglas, (sus legisladores, alcaldes, gobernadores o
presidente) así como por sus militantes o simpatizantes y por donantes que estén plenamente
identificados a fin de que sean fácilmente reconocidos, en caso de ser beneficiados por quienes
lleven al poder.

Cerremos la llave del dinero público a grupúsculos que usan esta vía rápida para enriquecerse a
“nuestras costillas”. Este sería un primer paso para devolver un poco de dignidad a la actividad
política, permitiendo que verdaderos luchadores sociales se postulen por el interés de servir y no de
servirse con la ‘cuchara grande’, como ha sido la historia de este país.

Reforma al Artículo 41 de la Constitución para impedir que gran parte de los dineros del pueblo
vayan a parar a los partidos políticos y a sus dueños.

De acuerdo a información disponible en la página del Instituto Nacional Electoral, del año 1997 a la
fecha, -es decir-, en las últimas dos décadas, los partidos que han existido en ese lapso, han obtenido
la friolera de $62 563,625,159.99 es decir Sesenta y dos mil quinientos sesenta y tres millones,
seiscientos veinticinco mil, ciento cincuenta y nueve pesos con noventa y nueve centavos. ¡Ya
basta! ¿no?

 

Jorge Urzua1536 Posts

Periodista con 30 años de experiencia en medios electrónicos, con especial predilección por la radio, pero fascinado con las posibilidades que hoy ofrecen las nuevas tecnologías de la información.

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