MEXICO, 13 dic (Xinhua) — El Senado de México aprobó un dictamen en materia de regulación del uso de la marihuana con fines médicos y científicos.

Con 98 votos en favor, siete en contra y una abstención, el dictamen que reforma diversas disposiciones de la Ley General de Salud y del Código Penal Federal, fue aprobado en el pleno senatorial a fin de permitir el uso para fines médicos y científicos.

El objetivo, precisaron tras su aprobación en una sesión ordinaria, es beneficiar a los mexicanos que requieren de tratamientos médicos procedentes de la cannabis.

El proyecto aprobado establece que la Secretaría (ministerio) de Salud diseñe políticas públicas para regular el uso medicinal de esta planta y de sus derivados.

En una primera etapa, el producto será importado pero después se permitirá la siembra, cultivo o cosecha de plantas de marihuana y no será punible cuando estas actividades se lleven a cabo con fines médicos y científicos, en los términos y condiciones de la autorización, que para tal efecto emita el Ejecutivo Federal, precisó el senador Francisco López Brito al dar lectura al dictamen aprobado.

“Los costos que podría alcanzar el traer estos medicamentos del exterior no generaría una homologación a todo el sector social”, de ahí, que se permita en una primera etapa su importación, expuso el también presidente de la Comisión de Salud de la Cámara Alta.

No obstante, agregó, en una segunda etapa, cuando concluya la investigación científica de su aplicación en el país, se permitiría la producción nacional. Se ha demostrado que el uso terapéutico de esta planta puede coadyuvar en el tratamiento de 40 distintas enfermedades.

De acuerdo con el proyecto de dictamen, la Secretaría de Salud deberá diseñar y ejecutar políticas públicas que regulen el uso medicinal de los derivados farmacológicos de la cannabis sativa, índica y americana o marihuana, entre los que se encuentra el tetrahidrocannabinol (THC), sus isómeros y variantes estereoquímicas, así como normar la investigación y producción nacional de los mismos.

La nabilona y el cáñamo quedaron fuera pues estas sustancias, de acuerdo con los legisladores, se consideran como un problema grave para la salud pública.

De igual manera, se establece que los productos que contengan concentraciones del 1 por ciento o menores de THC, y que tengan amplios usos industriales, podrán comercializarse, exportarse e importarse, cumpliendo los requisitos establecidos en la regulación sanitaria.