ATERRIZANDO SUEÑOS. Bety Camiade

Lo creas o no, tu mente juega un papel muy importante en cuanto al logro de tus metas. Está ahí existiendo en tu interior, una herramienta poderosa para dar forma, textura, color y materializar cada uno de tus pensamientos. Siempre y cuando la sepas utilizar.

Así lo creo yo y así lo veo todos los días al transitar por la ciudad; cuando salgo a correr, por ejemplo, me gusta observar las casas, los edificios, las calles y me maravilla pensar que todo ese entorno es producto de la imaginación de las personas. Que esas edificaciones existieron en primera instancia, en la mente de una persona. Hay construcciones que me agradan y otras no tanto, pero está bien, para todo hay gustos.

Así como a un arquitecto se le enseña durante su carrera a plasmar sus ideas primeramente en planos, en una maqueta, para finalmente confiar, dar pasos firmes y lograr esa edificación, producto de su imaginación, asimismo deberíamos confiar más en desarrollar nuestra mente positiva, creativa, abierta, entusiasta por llevarnos a planear nuestra vida de manera ambiciosa en el logro de retos justo en los temas que a cada uno nos apasionan. Como diríamos “dar vuelo a la imaginación” para después aterrizar y materializar esas ideas que serían los sueños tan anhelados de cada uno de nosotros.

Yo, por ejemplo, dentro de la disciplina que practico en el atletismo extremo, siempre que elijo una carrera de ultradistancia y autosuficiencia, desde ese momento imagino el entorno al que me voy a enfrentar y desde ese instante también empiezo a programar mi mente para enfocarse en todo eso que acontecerá. Imagino cada detalle, la ropa que utilizaré, mi equipo de subsistencia que llevaré en la mochila, lo que quiero lograr con mi actitud fuerte, positiva y dando pelea a cada situación difícil que se pueda presentar.

Si corro por alguna causa, imagino el beneficio que traerá mi esfuerzo a cada una de esas personas que se encuentran en alguna situación vulnerable, pensarlo, sentirlo me inspira a no darme por vencida y finalmente me veo llegando a esa meta satisfecha y muy orgullosa por haberla alcanzado; todo este proceso lo hago todos los días, es una programación de mi mente en una sesión de meditación, ya sea en completa calma en un lugar apartado o ya sea cuando me encuentro corriendo durante mis entrenamientos.

Lo tengo tan experimentado, que para mí, el éxito final de esa meta que me propuse alcanzar, tiene bastante que ver con todo este entrenamiento mental que hago a la par del físico y de técnica. Está comprobado científicamente que cuando una persona imagina situaciones, recreando en su mente vivencias, involucrando los pensamientos con sensaciones y emociones, el cuerpo registra como si fueran acciones que se han ejecutado, de alguna manera las asimila como algo ya experimentado o posible para realizar.

Entonces si concebimos que nuestra mente es poderosa y que la fortaleza es esa fuerza, valor y capacidad de resistencia para enfrentar situaciones adversas y no desistir de una meta hasta lograr llegar al final, si la vemos como esa virtud que vence de alguna manera el temor, ¿Por qué no conjugar nuestra mente con la virtud de la fortaleza? ¿Por qué no hacerlas compatibles y utilizarlas juntas a ambas? Te invito a desarrollar tu entrenamiento mental desde hoy bajo estas características y en todos los ámbitos de tu vida.

Así de claro y sencillo: TU MENTE… TU FORTALEZA, como tu herramienta más preciada para llegar tan lejos como quieras llegar.