Un México, ¿sin periodistas?

Moisés Mora Cortés

Para muchos políticos, malandrines y funcionarios públicos, e incluso empresarios, artistas y deportistas, ese sería el estado ideal para la realización de sus funestos propósitos… Pero para el resto de la población, incluyendo a sus ciudadanos, desaparecerían en consecuencia, sus garantías fundamentales a esenciales derechos tales como la libertad de expresión y la libre prensa.

El pasado jueves 23 de marzo, que asesinaron a la compañera Miroslava Breach del diario La Jornada en Chihuahua, seguramente a manos de incondicionales al ex gobernador priísta César Duarte, al que desenmascaró su red de corrupción y malandrinaje (incluyendo la protección que brindó a quienes expulsaron a los tarahumaras de la Sierra), refrendó la terrible sensación de indefensión y soledad permanentes que enfrentamos los periodistas desde hace mucho tiempo, en medio de amenazas y afrentas generalizadas, donde incluso la propia audiencia ni cuenta se da sobre los difíciles esfuerzos que a diario emprendemos para cumplir con nuestro trabajo.

Lo terrible del caso es que, al ser una especie de mediadores entre la realidad y las audiencias, los más vulnerables somos los comunicadores que tenemos diariamente que enfrentar amenazas y recriminaciones, no tan solo de las fuentes informativas que se cubren (al no agradar el inevitable escrutinio de la profesión), sino también en algunos casos de audiencias que resultan cómplices de los actores públicos, y además por si fuera poco, se reciben ataques de sectores vinculados a esas fuentes por las nefastas estructuras de complicidades y reciprocidades criminales que imperan en el país.

De esta manera, tal pareciera que al Estado Mexicano (en donde se incluye a la población y su gobierno), no le interesa, ni le inquieta, ni necesita a sus periodistas, puesto que nada hace por frenar la creciente tendencia a asesinarlos y mucho menos por investigar y encarcelar a todos los responsables, desde intelectuales y hasta materiales; resulta doloroso que ni el gobierno (en sus tres jurisdicciones y esferas de competencia) ha sido garante de sus actividades, y la población poco o nada ha mostrado compromiso y solidaridad por demandar su protección, salvo algunas instancias gremiales que pertenecemos a la Federación de Asociaciones de Periodistas Mexicanos (Fapermex), entre las que destacan el Club Primera Plana, el Colegio Nacional de Licenciados en Periodismo (Conalipe), la Asociación Nacional de Locutores (ANL) y la Federación Latinoamericana de Periodistas (FELAP).

Criminal resulta suponer que el propio Estado Mexicano no necesita a sus periodistas como parte fundamental y estratégica de la democracia, como herramienta de control de los Poderes públicos y mucho menos como fiel escrutador de sus acciones, puesto que frustra sus propias intenciones de pasar por encima de las instituciones, evidencia sus excesos y atracos e incluso documenta sus violaciones al estado de derecho… por los hechos de los últimos tiempos, queda claro que a México no le preocupan sus periodistas.

@periodistasjal
periodistasjaliscienses@gmail.com

 

0 Comments

Leave a Comment

Login

Welcome! Login in to your account

Remember me Lost your password?

Don't have account. Register

Lost Password

Register