Verónica Danell
@verodanell

No puedo, no puedo evitar, ni quiero evitar, hablar de Juan Gabriel.

La verdad es que casi casi crecí con su música, y no porque así lo haya querido. Estaba por todos lados, en la radio, en la tv, en los comentarios de mis amigas, en las risas burlonas de los mayores que le llamaban jotito, mariconcito, putito.

Y yo cantaba a la menor provocación esa de …”no tengo dinero, ni nada que dar” y pues como no, si no trabajaba y era una nini a medias porque sí estudiaba.

Veía los grandes vestidos de Rocio Dúrcal y escuchaba su bella voz cantando a Juanga y leía los chismes del divo de Juárez en los encabezados de las secciones de espectáculos (no había FB ni Twitter).

También me sorprendía cuando leía que tenía amigos pudientes que le pagaron una fianza de millones de pesos porque le debía al SAT y lo habían detenido en Chihuahua. Ya los hubiera querido el Laureano.

Claro que siempre, siempre, supe de él. En las fiestas, en el antro, en el karaoke no faltaba una canción del Juanga. Hasta en Acapulco hubo un antro que se llamaba el Noa Noa y un lugar exclusivo para gays que él inauguró. Se llamaba el 41 y fue de jesusmariayjose.

Me enteré del escándalo cuando cantó en el Palacio de Bellas Artes, ese donde escuché opera en vivo por primera vez cuando era estudiante de la UNAM. Las almas cultas pegaron el grito en el cielo, hubo notas informativas que relataban que le prestaron el espacio cultural porque la orquesta sinfónica necesitaba instrumentos nuevos y él pagaba muy requete bien.

Con los años y el YouTube vi y re vi ese concierto y me dije que yo debí haber estado ahí. Buenísimo! Hasta los cultos y usuarios de los “buenos” lugares como la esposa de Carlos Salinas, Cecilia Ocelli, cantaron a todo pulmón.

He usado y uso una frase de sus canciones con recurrencia y últimamente se la aplico a mi Gober mío de mi…”pero qué necesidad, para qué tanto problema”.

Claro que seguí la vida de Juan Gabriel! Claro que coincido en algunas cuantas cosas con Nicolás Alvarado y de todas formas canto en el karaoke a Juanga y me olvido de sus lentejuelas jotas y la iletrada letra de sus canciones.

Y resulta que sin anuncio previo se fue, así nomás, como si se mandara solo. Y una aquí se quedó como huérfana, sin sus bailecitos, ni desplantes, gritos aguardentosos, ni sus kilos bailadores, sus traspiés y caída fenomenal.

Por supuesto que tenía que hablar de Juan Gabriel, sería hipócrita si no lo hiciera. Como hipócrita sería si no le dijera que el descaro es mayúsculo en este pueblo llamado Veracruz.

Le dejo una pregunta que espero responda a través de mensajes en mi cuenta de Twitter @verodanell

Usted le heredaría sus propiedades a su mejor cuate como lo hizo Moisés Mansur con Javier Duarte?  Por qué, acaso porque Javier,como subsecretario de finanzas, no ganaba suficiente, estaba gastado con eso de la construcción de su casa en Tres Pasos y era y es pobrecito ?

No puedo negar que la envidia me corroe. Yo quisiera tener un amigo como Moisés.

Usted heredaría parte de su fortuna a un amigo, antes que a sus hermanos, mamá, papá, esposa o hijos?

Javier Duarte es un afortunado, con razón dice que está a todo dar.

Tampoco puedo dejar de mencionar la colonia veracruzana que se creó en Woodlands, Houston.

Hagan de cuenta que es como el INFONAVIT de los funcionarios priistas pudientes de Veracruz. Compraron al mayoreo y los del grupo fiel viven ahí. Igual y en bola les dieron un significativo descuento.

En fin que los “honrados” funcionarios viven “a todo dar” y NO se quedarán en el mismo lugar y con la misma gente”. Mientras tanto, esta quincena hubo problemas para pagar nómina, hubo bloqueos en la capital Xalapa, secuestros y robos. Ah, y la liberación de un integrante de una de las familias más ricas del Puerto de Veracruz.

Por cierto que el Fiscal Luis Ángel Bravo se tomó fotos con los liberados y sonreía como si sus gráficas fueran a publicarse en el Hola.