MICROCOSMOS

Jesús Pérez Loza
lic_perezloza@hotmail.com

En el devenir de nuestra existencia, por una evolución natural, se nos presentan etapas en todas nuestras actividades. Debido a nuestra organización social y cultural, desde la niñez y en los trayectos de la mocedad, la madurez y la senectud, nos hemos habituado a los ciclos.

Iniciamos nuestras primeras letras en el jardín de niños para continuar la enseñanza elemental en la primaria, la formación adolescente en la escuela secundaria y la juvenil en el bachillerato. Luego nos formarnos profesionalmente en las aulas universitarias, en donde también se asciende a la especialización de las maestrías y a la excelencia del doctorado académico.

Bien lo reflexionó el filósofo Aristóteles (384-322 a. de JC), ya hace más de veinte siglos en la Grecia clásica, “el hombre es un animal político, un ser social, cuya naturaleza le obliga a vivir asociado a sus semejantes”.

Esta sociabilidad, que está intrínseca en nuestra naturaleza humana, también nos define con relación a nuestro medio, como lo explicó también el prestigiado filósofo español, José Ortega y Gasset (1883-1955), al definirse como individuo: “Yo, soy yo y mi circunstancia”, o sea, ciertamente soy un ente racional, pero además, preciso mi propio ser, también por lo que me rodea.

Siendo así, cada que termina una etapa de nuestra trayectoria existencial, reflexionamos al hacer un balance de los avances y los yerros, pero sobre todo, para fijarnos nuevas metas en pos de una cabal y exitosa realización en las diferentes actividades profesionales, culturales, sociales, deportivas o artísticas, que cada quien hemos elegido.

El fin de año y el inicio de uno nuevo, nos da otra oportunidad de hacernos firmes propósitos de superación individual para beneficio propio, familiar y social. Esto, se hace con mucho entusiasmo, pero luego hay desilusión cuando no se llega a la meta; sin embargo, el éxito no está ni se alcanza en un solo intento, sino con la perseverancia de seguir rumbo al objetivo, superando los obstáculos del camino.