CALEIDOSCOPIOS
 
Dr. Eliseo López Cortés
l.osos@live.com

Este año, puede ser uno de los más convulsos en la historia reciente: las políticas globales de Donald Trump, el nuevo presidente de Estados Unidos de Norteamérica, apuntan a múltiples conflictos, dentro y fuera de Norteamérica.

El regreso de la deteriorada “White Trash”, tiende a industrializar nuevamente a Estados Unidos, pero ello implica dejar de lado, las economías más innovadoras, en base a revoluciones tecnológicas permanentes, y dejarlo en
manos de Corea del Sur, Finlandia, Suecia, Alemania, Dinamarca, Suiza, Singapur y Japón, inclusive Israel, o sea en la Unión Europea y los Tigres Asiáticos. Canadá, Australia, Nueva Zelandia, Reino Unido, Polonia, Rusia y
China estarían un paso atrás.

Apuntalar los puntos vulnerables de la economía estadounidense, enmarca una guerra comercial, inclusive, con sus aliados de la Unión Europea, inhibiendo las importaciones de las firmas globales, empezando por el sector automotriz.

La amenaza de una fragmentación no está lejos, ya que California, Oregon y Washington, quieren separarse y anexarse a Canadá.

Además Trump, inicia una geopolítica de choque contra China y ello puede generar, inicialmente, una guerra comercial y una escalada bélica mayor; el apoyo a Taiwán abre otro frente batalla contra el gigante asiático; la
confrontación militar con Corea del Norte, puede aumentar y ello abre múltiples focos de tensión con el dudoso apoyo a Japón; un conflicto con China, llevaría a la alianza con Rusia y abriría puertas a una inestabilidad
mundial; el conflicto sirio-iraquí, que implica una confrontación con Rusia e Irán, puede escalar y el irrestricto apoyo a Israel, puede tensar más las conflictivas relaciones del Cercano Oriente.

El muro en la frontera con México, más la repatriación de miles de indocumentados y la revisión del Tratado de Libre Comercio, agregan un punto más de tensión geopolítica.