El plagio presidencial

Israel Quiñones
@IsraelQDigital

Este fin de semana somos nuevamente testigos de otro escándalo presidencial. Todavía no terminábamos de digerir el tema del departamento de la primera dama en Miami, cuando de pronto, la periodista Carmen Aristegui saca a la luz uno nuevo relacionado con el mismo presidente Peña.

El hecho de que el presidente de México haya “plagiado” su tesis para recibirse como abogado nos remite a entender las maneras y costumbres con las que se forjó este hombre que hoy en día lidera a esta nación, además de dar un golpe tremendo a la institución educativa de la cual presume ser egresado y está es la Universidad Panamericana, una de las más caras del país.

Es inevitable que cuando escuchamos de este tema, pensemos en la reforma educativa y en todo lo que implica al conflicto magisterial con la CNTE, de la misma manera en que el secretario de educación, Aurelio Nuño, minimiza el hecho del presunto plagio de la tesis del hoy presidente de México y es que con la excusa de arremeter en contra del gremio magisterial, se ha movilizado toda la estructura gubernamental en la aplicación de exámenes a los maestros, que al reprobarlos pierden el empleo. Contradictorio es el acto de forzar dicha prueba.

No se puede, ni se debe minimizar la trampa, el engaño, el plagio, no se debe dejar pasar desapercibido este asunto, ya que este gobierno se ha convertido en una mezcla de escándalos y decepción, pues ante el inminente clima crítico que vive la nación, la incapacidad se hace presente, pero la pregunta es: ¿realmente será incapacidad?

La credibilidad del presidente es la más baja de la que se tenga registro, no hay respeto a la investidura presidencial y se le ha perdido el mismo por la sencilla continuidad de efectos desafortunados de las que el actual mandatario ha sido el mayor protagonista.

Es impensable la falta de credibilidad que el gobierno federal representa ante la ciudadanía en general, al punto en que es casi un hecho de que el 2018 se desea con locura, más por los ciudadanos, que por los posibles candidatos, en los que el PRI no figura ni cerca de alcanzar nuevamente la silla presidencial.

No se trata de cualquier cosa, esto es la muestra de que la trampa ha sido un estilo de vida en el presidente Peña, asunto que ha quedado marcado en el pasar de este gobierno y ha causado la tan sonada caída en las preferencias de la gente por su administración, dejándola mal parada ante la historia del presidencialismo mexicano, en un tono recargado.

No sólo se trata de una simple tesis, no sólo se trata de una periodista que de cierta forma se muestra inconforme ante el trato que sufrió al ser sacada del aire en la empresa MVS, se trata de un tema que los mexicanos debemos reflexionar y analizar con detenimiento ante la inminente crisis que está semana ha sido expuesta en los principales diarios de circulación nacional, así como en los sitios informativos que se respetan en internet (de la televisión no hablo, pues no veo). Y es que la caída del PIB y las malas calificaciones otorgadas por parte de Moody´s y S&P demuestran la falta de confianza de los mercados financieros en México.

Una de las principales causas en la caída en el top de las calificadoras norteamericanas ha sido el tema de la corrupción que impera en el estado mexicano, tema que no da confianza a los inversores que pretenden hacer negocio en nuestro país. La falta de solvencia en la deuda pública, gracias al excesivo gasto del gobierno ha repercutido en los mercados nacionales, dejando a México en una posible baja en su ya triste calificación de BBB+.

No es cosa menor esto de mostrarnos como no confiables a nivel internacional, pues en realidad los mexicanos (en su mayoría) si tenemos palabra y la cumplimos, pero cuando el líder de una nación ha ejecutado trampas desde siempre, no es de extrañar la desconfianza que permea en la visión financiera internacional.

Por si todo lo anterior fuese poco, las declaraciones que el presidente emitió en razón a la CNTE, al amenazar de que la negociación se extinguiera si los maestros no regresan a las aulas, da una demostración de debilidad e incredulidad en los demás funcionarios como Nuño y Osorio.

Aunado a lo anterior, el llamado que X González hizo a la fuerza pública contra la CNTE, así como la forma en que arremetió en contra del titular de la secretaría de gobernación, hace pensar que el negocio educativo, se le está yendo de las manos al empresario “X”.

No hay que dejarse llevar por un plagiado sistema agonizante, pues cuando los negocios sufren, los gobiernos sucumben.

 

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