Esta semana que pasó, trajo consigo dos puntos muy interesantes: El primero es que el presidente Peña realizó una declaración imprudente, similar a las que realiza con regularidad, pues dijo que él “no se despierta pensando como joder a México”. Definitivamente dudo que así sea, sin embargo, el buscar el beneficio de su circulo más intimo y cercano si “jode a México” con regularidad, aunque no se despierte pensando en ello. Además, el nombramiento de Raúl Cervantes como nuevo procurador y quizá, primer fiscal general de la nación, se convierte en una forma de comenzar a resguardar su partida de Los Pinos.

El dejar de pensar en los temas de primera mano que deja pendientes Arely Gómez que también estrena puesto en la Secretaria de la Función Pública, es preocupante. Deja sin respuestas a los padres y madres de los 43 estudiantes desaparecidos de Ayotzinapa hace 2 años y no sólo eso, sino que una detención sospechosa e inútil como lo fue la de Felipe Flores al que se le señalaba como pieza clave en el caso, nos permite vislumbrar que las líneas de investigación difícilmente cambiarán.

Peña necesitaba seguir el resto de su administración en silencio, dentro de la discreción, sin embargo, decidió continuar con cambios catastróficos, al mismo tiempo de querer quitarle a Vicente Fox el titulo del exmandatario “más elocuente” que ha visto la nación.

Importante es seguir a fondo el tema del cambio en la PGR, pues dentro de este tema se confabulan muchas aristas que seguirá la justicia en México. Por un lado, Cervantes garantiza que no existan en un futuro próximo, señalamientos en contra de Peña, como los que hoy vemos en contra de Javier Duarte. Cervantes consolidaría la impunidad de un gobierno que de lejos se ve débil y no sólo eso, sino que también derrocha impunidad por los distintos señalamientos, en su mayoría periodísticos, pero que sin duda han marcado el gobierno que él encabeza.

Aunado a todo lo anterior, las desafortunadas declaraciones del primer mandatario, demuestran que se encuentra al tanto de la critica dura que recibe día con día de la opinión pública, misma que es más palpable en las redes sociales. Declaraciones que parecen querer justificar los miles de millones de pesos invertidos en publicidad que de cierta manera ha resultado ineficaz, por no decir que fallida, pero sobre todo, publicidad que se crea con recursos públicos y que en algún momento saldrá a colación en algún reportaje.

Es inexplicable que el presidente intente defender su postura y administración con declaraciones tan poco sustentadas en la realidad nacional o en datos precisos que se le pueden dar de las distintas instancias como el INEGI o CONEVAL, al contrario, pareciese que sus discursos son más que improvisaciones fallidas y desafortunadas, en su defecto, quien más odia al presidente es el asesor que le escribe los guiones.

Vale la pena comenzar a vislumbrar el como será la salida de Peña del poder, será necesario tener a

la mano apuntes y libros que nos recuerden la herencia de este gobierno auspiciado por la televisión y más que ello o la empresa que distrubuye los contenidos en los que se mencionaba a Peña como un joven político comprometido, sería prudente entender los métodos maquiavélicos de la llamada tele-política.

Ya hay una franca carrera en busca de la primera magistratura del estado mexicano, ya están más que puestos en sus marcas los competidores, pero también está claro que la balanza quiere cargarse hacia un solo lado y ese no es el izquierdo, sino el derecho, mismo que trae a la mayoría de aspirantes al puesto y ninguno muestra una convicción de servicio, sino mejor dicho, traen convicción de servirse y a lo grande.