Instituciones fallidas.

CALEIDOSCOPIOS. Dr. Eliseo López Cortés.  Uno de los puntos más polémicos en México, es la certeza sobre las instituciones, sean políticas, económicas, educativas, financieras, religiosas, y ello es un problema en su diseño, eficacia y funciones, entre otras cosas. El asunto a entender es cómo las plurifuncionales instituciones del parentesco, pasaron mediante la división del trabajo, de las sociedades simples, a las complejas; ello implica procesos endógenos o exógenos; puede ser por evolución propia o por invasión colonial, lo que configura la geopolítica mundial.

Sería la evolución multi-lineal de las sociedades de solidaridad mecánica a la sociedad orgánica, con instituciones especializadas, siendo clave la conciencia colectiva. Tanto de una manera como otra, implica la formación de clases sociales, de construcción del aparato de Estado, mercados especializados, comercio a larga distancia, y en las sociedades más complejas: Partidos políticos, centros de enseñanza, competencias, etc.

La conquista española transformó las sociedades de la arena exterior en culturas de la periferia de la economía mundo, donde fueron incrustadas al moderno sistema mundial, como colonias y ello moldeó tanto las regiones, como sus sociedades regionales y sus niveles locales.

Aunque llegaron las instituciones del centro de la economía mundo, ellas eran la pura apariencia fenomenológica de sociedad orgánica, porque en la estructura profunda, seguía operando la solidaridad orgánica, como conciencia colectiva. Ello explica porque las instituciones son de simulacro y son manejadas instrumentalmente por redes clientelares egocentradas, ancladas en procesos de subpolítica y política informal.

Por ello, la existencia de instituciones, que no son estructuras formales, sino “pantallas” de caciques, oligarcas, jefes y caudillos regionales, que para controlar recursos significativos, hacen alianzas situacionales y cambiantes. En este sentido, los mercados, base de la democracia, no existen, sino estructuras monopólicas controladas por “grandes hombres” con una conciencia colectiva, que excluye ciencia y privilegia “amarres”.

l.osos@live.com

 

 

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