Israel Quiñones
@IsraelQDigital

México ha perdido presencia a nivel internacional en materia diplomática. El protagonismo que en otro momento adquirió ha quedado en el olvido y muy por el contrario, se ha convertido en una crítica a la constante violación de los derechos humanos en nuestro país, eso es lo más destacado de la imagen mexicana en el exterior.

El pasado miércoles en el marco de la reunión semanal del consejo permanente de la OEA, en donde el representante mexicano, Alfonso De Alba, critico de forma aventurada el tema de la destitución de los diputados de oposición en Nicaragua, todo esto en el marco de las elecciones presidenciales en el país centroamericano dentro de tres meses.

La respuesta por el representante nicaragüense en este organismo, Luis Exequiel, le recordó a De Alba, la crisis de derechos humanos que vive nuestro país y que “antes de criticar al vecindario, debe de limpiar la casa”.

Estas críticas de primer nivel causaron la respuesta de la primera dama y candidata a la vicepresidencia de aquel país Rosario Murillo, quien también es pareja de Daniel Ortega, actual presidente y candidato a la misma magistratura que hoy ocupa. La respuesta enérgica de Murillo, abundó en recordar al representante del gobierno mexicano, las desapariciones forzadas y el caso de los 43 desaparecidos de Ayotzinapa.

El caso de De Alba en la OEA ha desatado una serie de críticas por parte de representantes de distintas naciones latinoamericanas, las cuales han sido directas acerca del tema de desapariciones forzadas en nuestro país. Representantes de Ecuador y Venezuela han revirado con fuerza ante las declaraciones del embajador mexicano en la OEA en contra de Nicaragua.

Si bien es cierto que la democracia no es reforzada desvaneciendo a la oposición y que se recordamos un poco a Daniel Ortega, quien llegó al poder tras el triunfo de la guerrilla sandinista en el país centroamericana, también es cierto que México hoy en día, es visto como un estado de terror, en el que la libertad de expresión se desdibuja con los asesinatos de periodistas y el tema de Nochixtlan, Ayotzinapa, Tlatlaya, la casa blanca de Peña y demás temas de corrupción e impunidad, son la imagen de México en el mundo.

Por si todo lo anterior fuese poco o insuficiente, también tenemos el tema de Rio de Janeiro, en donde el fracaso rotundo de la delegación mexicana ha sido abrumador, la falta de todo, eso es el tema principal, ya que el todólogo de la administración peñista, el señor Castillo es el centro del debate en la CONADE.

Los atletas mexicanos han sido borrados de las competencias olímpicas, no han dado competencia, muy por el contrario, los ataques en redes sociales en contra de algunos, especialmente en el caso de la gimnasta Alexa Moreno, han sido lo más destacado de la participación mexicana en la justa olímpica.

Es una vergüenza que el apoyo al deporte sea tan pobre, tan pobre como la educación que se imparte en nuestro país y en este caso me preguntó: ¿También le han bajado o le han dejado de pagar su jugoso sueldo al señor Castillo al frente de la CONADE? Yo pienso que no, pero lo que sí es latente, es la falta de equipos, apoyos económicos y demás insumos necesarios para los atletas mexicanos.

La justa veraniega en Rio es una especie de exposición de la potencia educativa, deportiva y cultural de un país, es la muestra de esas cualidades nacionales ante el mundo y la realidad es innegable, la realidad mexicana radica en lo que señala Murillo, la pareja de Ortega: Desapariciones forzadas y corrupción.

No hay esperanzas en medallas olímpicas. Mientras que en otros países desean el mejor desempeño de sus deportistas, en México los criticamos, los insultamos, los denigramos y no hacemos un análisis de la realidad que mujeres y hombres que se dedican a estas actividades que logran representar a nuestro país en el exterior sufren, ya que cuando pierden la derrota es sólo de ellos, pero cuando ganan, toda la manada de políticos oportunistas quieren salir con ellos en la foto.

¿En dónde están los recursos de la CONADE? ¿En dónde están los recursos de las federaciones deportivas de nuestro país? Castillo no es más que un triste agente de viajes para sus “cuates”. En eso se convirtió la CONADE en este siclo olímpico: en una vil agencia de viajes.