CALEIDOSCOPIOS
Dr. Eliseo López Cortés

A partir de enero se configura una nueva alianza estratégica entre Rusia, China, Irán y Turquía. Sería un nuevo eje geopolítico que podría generar un contra-balance ante Estados Unidos de Norteamérica, la Unión Europea y Japón; tienen en común, que fueron imperios con dinastías sacras milenarias y/o centenarias y la herencia dominante todavía permanece, en algunas de las élites de las oligarquías gobernantes.

Las cuatro son herederas del régimen totalitario del Despotismo Oriental, donde el Estado es más fuerte que la sociedad, y aunque aparentemente tienen regímenes democráticos, los rasgos autoritarios permanecen incólumes; la historia de las cuatro naciones, implica enfrentamientos situacionales con Occidente en siglos pasados, que paradójicamente, regresan. Son Estados Naciones, con economías capitalistas de mercado, pero enemigas del capitalismo occidental, lo que genera un nuevo eje capitalista-anticapitalista.

También implica una nueva guerra fría, ya que las cuatro naciones han sido antioccidentales y configura un nuevo eje geopolítico, que puede potencialmente, cambiar las coordenadas hegemónicas del poder.

China es el nuevo paladín de la globalización, frente al proteccionismo estadounidense de Donald Trump; Rusia intentó manipular las recientes elecciones presidenciales de Estados Unidos de Norteamérica y aunque en crisis económica, el apoyo financiero chino ayuda a mantenerla a flote; las dos naciones reivindican nuevos expansionismos, ya que Rusia se apropió nuevamente de Crimea y China reclama la soberanía de gran parte del Océano Pacífico, frente a Taiwán (una provincia en “rebeldía”) Filipinas, Indonesia y Vietnam.

Irán una democracia confesional, quiere tener una mayor hegemonía en el Medio Oriente, al igual que Turquía, que desea cambiar un régimen parlamentario por uno presidencial, con tintes confesionales. Rusia, Irán y Turquía, participan activamente en el conflicto sirio, contra el Estado Islámico; la nueva alianza ya opera.

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