El lomo de ‘La Bestia’ se ha quedado solo; el olor a muerte aleja a los migrantes que buscan alcanzar la frontera norte de México.

“Es por el miedo ya al tren”, dijo el migrante hondureño, Sandro Ramírez.

“Siempre por la delincuencia. En el caso mío, nos dispararon en el camino”, añadió el migrante guatemalteco, Vladimir García.

“Yo no quisiera viajar en tren porque es duro o corres riesgo pues”, señaló el migrante mexicano, Carlos Cruz.

Menos de la mitad de los migrantes que todavía hace un año utilizaban al tren como su transporte ideal para cruzar medio país, lo han abandonado. ‘La Bestia’ es la última opción cuyo costo puede ser la vida.

“Y el que no trae, se anda escondiendo entre los vagones hasta que el tren arranca y vámonos, así viene toda la gente; mitad en autobús y mitad en ‘La Bestia'”, relató el migrante hondureño, Ernesto Dimas.

“De 10 migrantes, seis continúan todavía y cuatro o hasta cinco en transporte ya convencional u otras rutas”, reveló el director de la Casa del Migrante, Rubén Pérez Ortiz.

Abandonar al tren ha facilitado el trabajo del Instituto Nacional de Migración (INM). Las detenciones carreteras irán en aumento; un riesgo menor al de la delincuencia que los migrantes están dispuestos a correr.

“Si tú te vienes en autobús, nomás lo que puede suceder es que te paren el bus, migración entre, te pida tus documentos y te bajan y ya te retachan (regresan) para tu país”, detalló el Sandro Ramírez.

Las autoridades migratorias han relajado la vigilancia que mantenían sobre ‘La Bestia’. Los pasajeros que aún se atreven a montar al tren de la muerte son en su totalidad connacionales.

“El tren ya no, nosotros hemos hecho operativos y los que van son puros mexicanos”, aseguró el delegado del INM, Gerardo Rodríguez Téllez.

Y aunque los centroamericanos ya no usan al tren como su principal medio de transporte, el flujo migratorio aumenta según cifras de la Casa del Migrante de San Luis Potosí, -la más acondicionada y de mayor apoyo en México-.

“De 6 mil migrantes en lo que va de este año, en este primer semestre del año, y bueno, vamos a rebasar la cifra del año pasado”, dijo Pérez Ortiz.

Con el cambio de rutas migratorias, las autoridades no descartan un replanteamiento de la delincuencia organizada, que vio en los migrantes una fuente de ingresos al robarlos, utilizarlos como mano de obra y convertirlos en objeto de extorsiones.