EN PARALELO

Erick Lobo
@ErickLobo

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Con todos los cambios que están por venir a partir del 20 de enero próximo con la administración de Donald Trump, y a partir de las piedras angulares que sostiene su política comercial, es sin duda materia de preocupación y de alta incertidumbre para nuestro país por el hecho de que en México de cada 10 bienes que se producen para la exportación más de 8 tienen como destino final los Estados Unidos; ello pone de manifiesto la magnitud y la importancia que tiene la Unión Americana para el crecimiento económico de México, muchísimo más que cualquier otro país de América Latina.

El solo tiempo de espera durante el próximo año (mientras se renegocia el TLCAN) prácticamente pone en buena medida una pausa a la inversión extranjera, ya que muchas empresas internacionales esperarán el desenlace para de esta manera tener certidumbres de lo que serán los términos finales del acuerdo y decidir si vienen o no.

En cuanto a la probable decisión del gobierno de Trump de establecer cuotas por sectores a los productos mexicanos que ingresen hacia la Unión Americana, implicará forzosamente la búsqueda de un mayor abaratamiento en los costos de producción de muchos productos para seguir siendo competitivos a pesar de las probables medidas proteccionistas que se avecinan.

El Ejecutivo federal estará en la obligación de buscar y diversificar la economía a partir del fortalecimiento del libre comercio con países como China y la India, cuyo crecimiento para el 2017 es superior por mucho al de Estados Unidos. Lo complicado y difícil es que ampliar el comercio con esos dos países requerirá mucho tiempo.

De lo dicho anteriormente, sin duda tendremos un próximo año con una realidad llena de retos y obstáculos por enfrentar, de allí que debemos pensar estratégicamente y actuar de la manera más efectiva posible.