Israel Quiñones
@IsraelQDigital

El tiempo es implacable, el tiempo no se puede detener y este ha alcanzado un año más en la administración de Peña Nieto. Está semana se realiza el cuarto informe de gobierno del ejecutivo federal y las cifras son verdaderamente escandalosas, comenzando por la que más revuelo causa y esa es la baja popularidad con la que llega Peña a esta recta final de su sexenio.

Este gobierno ha destacado en los muchos casos de corrupción y conflicto de intereses en los que su titular se ha visto envuelto a lado de la primera dama. Desde la desaparición de los 43 estudiantes de Ayotzinapa, hasta departamentos en Miami, una casa blanca en las lomas y una tesis plagiada.

Sangre y dinero, dinero y sangre, esto sin contar las malas políticas económicas que el secretario de Hacienda ha ejecutado, acabando en menos de un año con el famoso “Mexican´s moment” y con ello, la debacle que las reformas han traído consigo, pues ni la de telecomunicaciones que fue hecha a modo para Televisa y mucho menos la energética que no ha causado más que incrementos en la luz, gasolinas y gas.

Ante este panorama, es que Peña Nieto presenta su informe de gobierno ante la opinión pública, ante los mexicanos en general y lo anterior no es más que la punta del iceberg que realmente es la crisis de México. Se se analiza seriamente el tema de los derechos humanos y el gasto gubernamental excesivo, nos encontraremos con una verdadera catástrofe.

En el tema económico estamos señalados ya por las grandes calificadoras norteamericanas, como lo son S&P y Moody´s. Ya que estas anunciaban la semana pasada la caída de la calificación de México ante los ojos de los mercados internacionales. Una de las principales causas de esto son los sonados casos de corrupción en nuestro país, así como el gasto gubernamental que haciende a casi el 10% del PIB, esto sin beneficiar el crecimiento económico de la nación, es decir, es sólo gasto.

Por el lado de los derechos humanos tenemos de donde escoger: Ayotzinapa y sus 43 normalistas desaparecidos, Tlatlaya y sus ejecutados, Nochixtlán y sus muertos, los periodistas asesinados y demás situaciones que implican el tema de desapariciones forzadas por todo el territorio nacional, casos que no han dejado de retumbar en los medios internacionales.

No es para menos que la condición de imagen internacional de México este tan devaluada, pero también lo está a nivel interno, pues el presidente Peña se ha convertido en el mandatario más impopular de la historia de este país, ya que entre aumentos de los energéticos, falta de empleo y reformas estructurales mal empleadas, han golpeado por varios flancos a la población.

A todo esto le podemos agregar los conflictos sociales, que se pueden ver en la gran cantidad de  movilizaciones por parte de la sociedad civil, que van desde el conflicto magisterial, hasta las personas que buscan a sus desaparecidos.

Con todo lo anterior no es para menos el descontento que la sociedad siente hacia con el gobierno encabezado por Enrique Peña, sin embargo, vale la pena recordar la manera en que se han venido dando las cosas, ya que por parte de un sistema político caducado, las reformas estructurales (que han sido el estandarte de está administración) fueron aprobadas con “mayoriteos legislativos”, con el apoyo de partidos satélites del PRI, como lo es el partido Verde. La maquinaria continúa bien aceitada, según lo demostrado.

Debemos cuantificar el daño que ha sufrido la estructura política de las instituciones, debemos ser responsables al cuantificar los daños, ya que ha falta de alcances, sólo nos queda remendar el desastre que ha provocado está clase política que Peña trajo consigo al poder, al mismo tiempo de que han devaluado la valía de la investidura que proporciona el gobierno federal.

Es cuestión de verificar que tanto se desmanteló al país, desde el golpe al otrora IFE, hoy INE, hasta la devaluada envestidura presidencial. Es cuestión de comenzar a buscar soluciones que no van a venir de Los Pinos.

P.D. Juan Gabriel que en paz descanse el compositor y el ser humano.