Daniel Palavicini Villarreal.

La FIFA volvió a multar a la Federación Mexicana de Fútbol por el grito “homofóbico” con casi 367 mil pesos. Esta es la décima vez que el organismo rector del balompié multa a la federación mexicana por esta misma cuestión.

La FIFA ha tratado ahogar este grito mediante sanciones económicas desde el 2015 sin éxito alguno, de igual manera la FEMEXFUT ha hecho lo mismo con mensajes de los jugadores de la selección mexicana igualmente sin resultado. Este año la FEMEXFUT ha lanzado una serie de reglas para erradicar el grito, entre las cuales está el detener el partido, desalojar el estadio y que el partido se termine a puerta cerrada.

Que tanto tienen que hacer la FIFA y la FEMEXFUT para que el aficionado ya no lo haga… ¿Quitar puntos a la selección en hexagonal? O tal vez qué los partidos se jueguen a puerta cerrada. Este tema desata mucha polémica ya que el aficionado no lo considera un grito homofóbico sino una forma de expresarse y parte del “ambiente” durante el partido.

El tema ya es cansado y chocante… este grito fue creado para provocar al portero rival, distraerlo y que cometa un error, desafortunadamente, mucha gente cree que esto es algo gracioso y mientras más llamadas de atención reciben más lo hacen, en un afán de retar a las autoridades. Una actitud de revancha no solo en el fútbol.

Esto ya paso de ser chistoso, en verdad ya no tiene sentido, si consideramos que nunca ha provocado un desatino en el ofendido y en cambio, sí podrá tener consecuencias para el propio aficionado, nada más que las autoridades del fútbol se decidan a medidas realmente dolorosas.