La izquierda resurge de mano de la ciber-política y la derecha se quiere infiltrar.  

 

Por Israel Quiñones. La política actual ha ido perdiendo lo convencional que otrora tiempo marcaba el camino electoral para cualquier candidato en cualquier parte del orbe. Es una notoriedad la influencia que se ha ejercido por medio de las redes sociales y esto a su vez, de un electorado ávido de cambios sustanciales en su realidad económica, laboral y hasta personal, ya que muchas de las promesas electorales de los partidos políticos y sus candidatos han recaído en la cotidianidad de la vida de los ciudadanos, pero esto sin un cumplimiento real, causa por la que rápidamente caen en el descontento social. Es quizá por estas razones que la izquierda ha contemplado un resurgimiento notable y la socialdemocracia se inclinado más a la derecha.

La globalización que occidente ha tenido también ha influido en las preferencias electorales, culturales y políticas de los ciudadanos, tal puede ser el caso español en donde agrupaciones como Podemos o Ciudadanos han tenido un crecimiento exponencial hasta el punto de pelear claramente por el poder en la nación ibérica o el caso británico que encabeza el laborista Jeremy Corbyn, muy parecido al del senador Sanders en Estados Unidos.

Por otro lado tenemos a América Latina, en donde el movimiento bolivariano que en su momento expandió Chávez consiguió unificar al cono sur de una manera asombrosa, hasta el punto de impulsar a los movimientos de izquierda más críticos a alcanzar el poder en sus respectivas naciones.

En el caso de nuestro país, el líder del movimiento de regeneración nacional, Andrés Manuel López Obrador de poco en poco ha vuelto a retomar un liderazgo político trascendental en México, creando así una opción clara para el cambio de régimen que ha pasado del PRI a la derecha conservadora del PAN, asunto que no cambió mucho la cara del estado, ni en la manera de ejercer el poder o el manejo despiadado de la economía y es que en está temática, López Obrador ofrece (cuando menos en el discurso) un cambio de fondo a la realidad de México.

Sin embargo, la desfragmentación que ha sufrido la izquierda en México es preocupante, puesto que con el nacimiento de MORENA el PRD ha perdido presencia en el escenario político nacional y dentro de su desesperación ha buscado alianzas impensables y hasta cierto punto anti natura. Buscar camino a lado de Acción Nacional no nos hace más que pensar que el Partido de la Revolución Democrática sólo busca la sobrevivencia y por supuesto, la venganza en contra de López Obrador que poco a poco y en ocasiones de un golpe ha acabado con el mercado electoral del sol azteca, asunto que ha puesto en alerta a la dirigencia de este partido que pasó de la izquierda a la dudosa socialdemocracia latinoamericana y es dudosa por su falta de presencia real en la región, mucho menos en México, más bien se trata de una derecha liberal socarrona.

La verdadera situación que impera en México es que la fragmentación del voto progresista puede ir creciendo  y será más preocupante este aspecto divisorio con las supuestas candidaturas independientes, las cuales en su mayoría quieren ser encabezadas por personajes asociados a la izquierda intelectual o exmilitantes partidistas del otrora histórico PRD y que hoy venido a menos ha sido abandonado por los personajes políticos que le dieron nombre y calidad moral a sus iniciativas y candidatos y que hoy ha quedado en manos de unos cuantos políticos de bajo perfil.

El cambio de piel en la política es un trance doloroso tal y cual alcohólico ingresando a rehabilitación extrema, pero mucho de esto va de mano del cambio e información que el electorado ha adquirido gracias al internet y aunque la trampa también se expande por la misma red, el “karma” electoral ha logrado desgastar al partido gobernante a pesar del doloroso triunfo en las pasadas elecciones en el Estado de México y digo doloroso porque tuvieron que desnudar la posible estrategia para el 2018.

La fragmentación de la izquierda sólo puede beneficiar al Revolucionario Institucional, sin embargo, el PRD ha encarecido su apoyo, puesto que de buena o mala manera o después de lo dicho en anteriores párrafos ha demostrado tener la fuerza suficiente para inclinar las urnas para la derecha y muy dudablemente para la izquierda que encabeza López Obrador. Lo cierto, lo verdaderamente cierto es que el resurgimiento de la izquierda va más de la mano del hartazgo social, sin embargo, el abstencionismo y la coacción del votante con los mapaches electorales es el punto débil para alcanzar un cambio en el gobierno y para muestra dos botones: El Estado de México fue la muestra de lo que una buena cantidad de millones de pesos pueden comprar para un candidato o el débil crecimiento de la derecha liberal de Macron en Francia, que ha colaborado con el fallecimiento de la V república francesa y el nacimiento de algo que ni él mismo está seguro.

Después del capitalismo hay algo más, después de los tecnócratas están los ciber-políticos y detrás de ellos está la incertidumbre del futuro ortodoxo de la política y sus exponentes.

@IsraelQDigital

 

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