EL LADO BRUSCO

Fabricio Brusco

Parece que esta fecha FIFA fue el momento ideal para cerrar ciclos, y es que dos equipos decidieron terminar el vínculo con sus estrategas, por lo que después de ocho jornadas disputadas en la Liga MX, ya son cinco los equipos que cambiaron de entrenador.

Chelis en Puebla, Torrente en Morelia, Caixinha en Cruz Azul y Sosa en Atlético San Luis, son los entrenadores que han sido destituidos de su cargo a lo largo de estas ocho jornadas. Otro es el caso de Enrique Meza en Veracruz, ya que ahí fue el propio entrenador quien decidió no continuar en el cargo. Si continuamos con este ritmo, al final del torneo, la mitad de los equipos habrán cambiado de entrenador.

A veces resulta difícil comprender la lógica de algunos equipos cuando deciden cambiar de entrenador ¿De verdad creen que cambiar el entrenador a mitad de campeonato es positivo? ¿En serio creen que un entrenador, que no hizo la pretemporada con el equipo, será mejor que el que está? Comprendo, que en muchos casos, es insostenible la continuidad de un entrenador al mando de un equipo, sin embargo, también es real que es muy difícil que un entrenador que agarra un equipo, sin hacer la pretemporada, vaya a tener éxito.

Sería interesante conocer cuáles eran los objetivos de los directivos de un equipo como Puebla a principio de esta temporada ¿A qué quería aspirar con un plantel tan corto y con refuerzos de tan poca jerarquía? ¿Pretendían estar en puestos de liguilla? Da la impresión que muchas veces, los directivos se protegen expulsando a los entrenadores, cuando en realidad ellos también son grandes responsables de los éxitos y fracasos de un equipo. El problema está en que los directivos muy pocas veces rinden cuentas.

Esto último se da por dos grandes motivos: uno de ellos es que hay equipos en que ni siquiera se sabe con claridad quién es el que toma las decisiones deportivas, por lo tanto, el máximo responsable siempre va a ser el entrenador; la otra, es que con el modelo de franquicias que tienen un dueño en realidad al que se le rinden cuentas es al dueño y no a los aficionados en general, por lo que el aficionado, tal vez no se entera de las decisiones internas del club.

Ojalá que en los próximos años, los equipos hagan proyectos más sólidos en la parte deportiva, con líneas de trabajo más definidas y un plan que vaya más allá del estratega en turno, así los clubes no caerían en la improvisación de cambiar de entrenador a mitad de campeonato. Esto no solo beneficiaría a los clubes en específico, también favorecería al nivel del futbol mexicano en general.

@bruscofabricio