EL LADO BRUSCO

Fabricio Brusco

El Video Assistant Referee (VAR) ha llegado al futbol para – en teoría- disminuir las injusticias arbitrales. A un año y unos meses de su llegada al futbol, el VAR nos ha aclarado tantas jugadas como las que ha hecho que la polémica sea aún más grande.

El pasado miércoles, el arbitraje con la ayuda del VAR, dejó una nueva polémica. En el duelo de ida entre Boca y Cruzeiro por los cuartos de final de la Copa Libertadores, el árbitro paraguayo, Eber Aquino, decidió expulsar a Dedé después de consultar con el VAR lo que a simple vista ni siquiera le pareció una infracción.

Después de revisar en múltiples ocasiones, el violento choque de cabezas entre Dedé y Andrada, el árbitro terminó por cobrar falta a favor de Boca y expulsar al jugador brasilero. Por lo que se pudo apreciar, todas las repeticiones que observó el árbitro fueron en cámara lenta, lo cual no ayuda en nada. Aunque esto no justifique al árbitro en su decisión, la cámara lenta logra que todas las jugadas parezcan intencionales y premeditadas, cuando muchas de estas suceden en milésimas de segundo, donde los jugadores no tienen opción de cambiar su trayectoria ante un rival que se cruza en su camino.

Una vez que finalizó el partido, la polémica solo se acrecentó. Árbitros retirados como el mundialista argentino en 1998, Javier Castrilli, declararon que la expulsión de Dedé era injusta. Desde la vía institucional, la directiva de Cruzeiro inició un reclamo ante la CONMEBOL para que suspendieran al árbitro y se habilitara al jugador para jugar el partido de vuelta, ya que ellos consideran esta expulsión como “una de las decisiones más lesivas en la historia del futbol”.

Lo sorprendente es que una herramienta que está para que el árbitro aclare sus dudas, logró que el árbitro cambiara una decisión que inicialmente estaba bien tomada. Este episodio solo nos termina por dejar en claro la gran diferencia de conceptos que existen entre los árbitros, ya que para Eber Aquino esa jugada realmente era meritoria de una expulsión, mientras que para la gran mayoría no lo era. Parece que el reglamento da demasiado lugar a la interpretación, tanto es así, que una jugada puede tener dos posibles interpretaciones correctas para dos diferentes árbitros de talla internacional.

Finalmente el VAR es una herramienta que seguramente tiene algunas cosas por pulir, pero que más allá de los fueras de juego o de la tecnología en línea de gol, nunca dará una respuesta, simplemente ayudará a que el árbitro tome una decisión con muchos más recursos de los que tendría sin ver una repetición. El problema es que por más herramientas que existan para que el árbitro tome mejores decisiones, si estos tienen criterios dispares entre sí, la polémica arbitral seguirá existiendo y las injusticias que el VAR prometía callar, incluso pueden incrementarse.

@bruscofabricio